sábado, 28 de septiembre de 2013

Por las Ramas del Jazz (1)

Venido quien sabe de donde, revolotea el enorme árbol.  Se posa en la punta de una de las ramas más altas; corta y frágil, el viento ululante la remece, amenaza con quebrarla.  Cruje, y posteriormente un crujido raro...bop...bop...
 

 
 
 Vuela y sigue revoloteando, el viento lo disuade y busca suelo firme.  Dando brinquitos sobre la base del tronco del frondoso árbol cuyas espirituales raíces se hunden profundo, el pajarito  parece entretenido con los gusanitos entre la hojarasca, de pronto se inquieta, quizás por el viento que al rozar las ramas convierte su ulular en un ...rag, rag, rag…

 

 



Levanta vuelo de nuevo y se posa en la primera rama que encuentra.  Una larga y maciza.  Se siente firme.  El roce del viento con las ramas produce ahora un sonido nunca escuchado, parecido a un lamento, un gemido que parece brotar de adentro de la tierra, lo aquieta...
 
 

 

 

 
 



jueves, 19 de septiembre de 2013

Un disco pendiente.

Ya no tengo muy claro lo que me movió a mudar mis huesos a la gran manzana un día de octubre de 1969,  pero sí recuerdo que al regreso, casi un año después, traía un maleta llena de variopintos vinilos, entre ellos uno que me dio vergüenza devolver a la biblioteca de la ciudad por lo rayado que estaba de tanto escucharlo.   Lo presenté entre las amistades como un trofeo que demostraba mi conocimiento del jazz y mis dotes de investigador.  Pero, ¿Por qué los grandes del jazz han de ser vistos con desdeño cuando buscan otras opciones? Los rockeros, por ejemplo, son puestos por la nubes cuando expanden su universo musical. ¿No es acaso el jazz el sonido de la sorpresa?


En fin, que nunca falta el que conoce y te dice que sí, que Oscar Peterson es de los grandes pero con sus tríos históricos y que Klaus Ogermann es un arreglista para grandes “crooners” como Frank.

En todo caso,  siempre tuve la idea de compartir este “Motions & Emotions” de mis recuerdos, y aunque el viejo vinil ya no gira sobre sí mismo con continuidad,  gracias a la tecnología del RIP, rescato estas melodías:

La deliciosa “Sally´s Tomato”, de Mancini (“Breakfast at Tiffany”), introduce al escucha a una ola cálida que surge de la flauta de Ogerman y de los dedos danzantes de Peterson.

"Yesterday" y "Eleanor Rigby", por aquelllos días el mejor "cover" de los de Liverpool, es una trasformación por Klaus, de la simpleza de Ayer, a un generoso ritmo de samba, al que Oscar responde con una juguetona y casi espiritual reflexión del tono de esta familiar melodía. Eleanor por su parte, logra la lectura más “blues” del álbum.

Con “Sunny”, el arreglista logra los efectos de una película de acción que espero me saquen del letargo en que me tienen sumido estos últimos “Foggy days”.
 

 
 
 

jueves, 12 de septiembre de 2013

El original Ronalde.


Nacido Ronald Charles Waldron (Londres,1923), Ronnie nunca ha explicado el origen de su apellido artístico.  Ronalde, cantante y silbador del ‘British music hall’ desde 1949, es famoso (o merecería serlo) por su silbar cristalino de clase mundial imitando a los pájaros alpinos, lo que le ganó la aceptación de los conocedores de dicho canto y subgénero musical.  Aunque tengo mis dudas sobre el origen alpino del canario, Ronnie tuvo un popular programa radial llamado “singing canary”, y también una carrera de grabaciones que se extendió por décadas.  En todo caso hay una cualidad pastoral (a lo Mary Poppins) en su música, ya que hace referencia a prados, montañas y pájaros en muchas de sus canciones.
 

A a pesar de ser un ‘crooner’ del pop y silbador de gran nivel, Ronnie nunca se las arregló para actuar en EE.UU, tierra de grandes del género, como  éste.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Caminos Cruzados


En los años cuarentas, dos hombres cruzaron el Atlántico en direcciones opuestas.  Ambos iban a tener poderosa influencia en la música contemporánea.  Uno era el pianista inglés George Shearing, quien haría de América su residencia permanente.  El otro era el compositor y arreglista canadiense Robert Farnon, quien fue a Inglaterra como líder de la Banda de la Armada del Canadá y se quedó. Shearing influenciaría a un completo grupo de pianistas. Farnon se volvería gurú para toda una generación de arreglistas.

George Shearing tomó EEE.UU por asalto.  Simplemente allí no estaban preparados para la idea de un músico de jazz de Inglaterra , o de Europa en general.  A pesar de las grabaciones de Stefano Grappeli y de Django Reinhardt, el jazz era considerado de su propiedad.  Aquellos días pasaron.  El brillante contrabajista danés Niels-Henning Ørsted Pedersen llegó a América desde Dinamarca, Toots Thieleman desde Bélgica, y más. Pero Shearing fue el primer europeo al que la afición jazzera  estadunidense volteó a ver, en su propio territorio. Hoy todo es diferente, claro.

Cuando Shearing pasó en el barco frente a  la estatua de la libertad iba ya cargado de una técnica altamente desarrollada, un tono tibio, maravilloso control y un modo particular de tocar coros en bloque cuando soleaba, que eran rápidamente reconocibles.  Y a su toque agregaba infusiones de   un humor seco (o flemático si se quiere).  Pronto organizó un quinteto que incluía guitarra y arpa vibrante.   Era un sonido totalmente fresco y en pocos años llegó a ser tan imitado que George tuvo que buscar otros contextos, incluyendo el trío.

Mientras tanto,  la influencia de Robert Farnon también se desparramaba. La banda de la armada canadiense que compartía tiempo de aire con la de Glenn Miller (y eso ya dice mucho) en las transmisiones de la BBC durante la guerra (mientras las bombas caían sobre Londres), tenía una gran sección de cuerdas y Farnon pudo experimentar con la aplicación de técnicas sinfónicas  para bailar y jazz.  Después de la guerra grabó muchos de esos arreglos, apenas enmendados,  en una serie de LP’s que capturaron la audiencia de  todos los arreglista parecidos, en todos lados.  Ninguno negó su influencia.  En una visita de Bob a Nueva York ,  tantos arreglistas llegaron a la fiesta dada en su honor, que Quincy Jones dijo después: “si una bomba hubiese caído en ese apartamento, no habría habido otra nota sobre música escrita en NY por cinco años”.

Bombas aparte, en 1970 el productor alemán Hans Georg Brunner-Schwer dueño del estudio de grabación “Black Forest", basado en su país, conocido por sus prístinas grabaciones en vinyl, produjo cuatro Lp´s con el trío de George, “The MPS”, integrado por NHØP, y el genial guitarrista irlandés Louis Stewart.  En el cuarto Lp, estas tres joyas de las que no puede esperarse nada malo, son acompañadas por cuerdas, arregladas y conducidas por –el diablo los cruza y dios los junta- Farnon. En 2007, los cuatro discos fueron grabados con la misma fidelidad en compacto. Para los desafortunados que no los poseen dejo estas melodías del último CD,  que aunque un poco melosas, son agradables para la noche de un día duro; con la recomendación de que adquieran la caja.  Vale la pena.